Leyenda de la Fuente de la Mora en Alcalá la Real

Hubo un tiempo en el que la fortaleza de La Mota en Alcalá La Real marcaba la frontera entre el mundo árabe y el mundo cristiano. En aquella época vivía una muchacha mora, cuya madre estaba enferma. Para aliviar su mal, se vió obligada a bajar a por agua a la fuente de la parte cristiana.

Estaba cogiendo agua cuando se encontró con un capitán cristiano que quedó prendado de su belleza. El soldado cristiano le impuso la condición de verla sin el velo para que pudiera llevarse el cántaro de agua. Ella, forzada por la situación de su madre enferma, cedió, dejándose ver y llevándose el agua.

Un amor imposible

A partir de ese momento, todos los días bajaba a por agua y el capitán esperaba para verla. Los días pasaban y entre ellos surgió una historia de amor. La muchacha perdió a su madre, pero seguía bajando a por agua para ver a su enamorado. Era un amor prohibido, pero no podían evitar encontrarse.

Un día, el padre de la muchacha regresó de la guerra. Nada más llegar se enteró de los encuentros amorosos, por lo que prohibió a su hija salir y encontrarse con el capitán cristiano. Pero la mora estaba profundamente enamorada y pasaba los días soñando con su capitán. Un día se las urdió para escaparse y ver a su amado que la esperaba todos los días en el mismo lugar.

Pero por desgracia, fueron sorprendidos por su padre. El moro juró con un grito que prefería verla muerta que en manos de un cristiano. Se abalanzó hacia su hija y la mató con un puñal que le atravesó el corazón. La muchacha cayó muerta en los brazos de su amado y su sangre se confundió con el agua que los había unido.

A esa fuente, hoy se le llama Fuente de la Mora. Conoce esta y otras leyendas en nuestras visitas a Alcalá la Real